Cuentos del niño de oro/ Caldito de pez

¡Hola chik@bunes!

Espero que se encuentren bien. Les platico que en esta sección titulada “Cuentos del niño de oro” se darán a conocer cuentos, ocurrencias o anécdotas sobre niños, muchas están inspiradas en mi hermano menor. Ojalá y te resulten tan tiernas y ocurrentes como a mí.

Derechos de autor a la imagen a quien corresponda. 


Caldito de pez

Esta historia sucedió hace tiempo, el niño de oro apenas comenzaba a asistir a preescolar, era un pequeño muy ocurrente, tierno, juguetón, alegre y como todo niño lleno de curiosidad.

Cierto día paso por el acuario del pueblo, se maravillo al ver las infinidades de especies de colores, las formas y los diferentes tamaños que tenían todos los peces. Entusiasmado por ver tantos peces, al llegar a su casa les pidió permiso a sus padres para tener un pez, pedía una moneda de $10, con eso le alcanzaba para tener la mascota tan anhelada. El niño de oro, era muy persistente cuando algo era de su interés y de tanto estar insistiendo sus padres le concedieron el permiso.

Al día siguiente al regresar de la escuela sus hermanas pasaron al acuario y compraron un pequeño pez beta, color azul. Al verlo el niño de oro se puso muy contento, le buscaron una pecera y lo paso a su nuevo hogar. El pez comenzó a crecer, el pequeño le daba de comer y le cambiaba el agua de su pecera, como todo un dueño responsable.

Un día, el clima estaba muy nublado, el niño de oro tocó el agua del pez y al sentirla tan fría, tomo un poco de agua caliente del grifo del baño y se la coloco al pez con la esperanza de que se calentará y no tuviera frío. Cuando llegaron sus hermanas, el niño preocupado les preguntó -¿cuánto tiempo dormían los peces?, las chicas intrigadas por la duda de su hermano le pidieron el pez, el animalito ya estaba muerto. El niño les contó lo que había hecho y pronto descubrió que el pez era muy diferente a las personas y por tanto su forma de percibir el mundo también.

El niño de oro lloro por su pez y su padre en lugar de ayudarlo le dijo -“Ni modo, por querer cuidarlo hiciste un caldito de pez”

Gracias por estar al pendiente de las publicaciones semanales.

¡Cuídense chik@bunes!

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