Entre copas con Lina/IV Novio zombie
V
Novio zombie
- ¿Cómo te chantajeaba o qué? Preguntó
intrigada Susan
-Fue algo muy raro, recuerdo que venía
sentada en el camión al regreso del colegio, cuando de repente vi a un chico
que me pareció simpático, estaba sacando la basura de su casa y cerro su
puerta. Algo de mi dijo sin pensarlo, “Ese chavo será mi novio” sólo lo dije
por decir.
Después de un tiempo me llegó una
solicitud a mi correo, teníamos algunos amigos en común por lo que lo acepte al
chico, y ni se me imaginan quién era.
- ¿El chico de la basura? Exclamaron
todas.
- ¡Sí! dijo Agatha y continúo explicando
su historia.
- Bueno pues comenzamos a platicar, el
chico estaba estudiando para Dj y me contó que había sido secuestrado.
El día que nos conocimos fue un sábado
cerca de la iglesia de su municipio, había mucha gente por lo que no tenía
miedo. Al verlo recordé al vocalista de Zoe puesto que el peinadito y el estilo
en la manera de vestir era similar, no era la octava maravilla, pero me agrado.
Su rostro tenía cicatrices, él me comentó
que después de la golpiza que le habían dado los secuestradores paso por muchas
operaciones y que por eso estaba así. Se mostraba como una persona muy
agradecida por seguir con vida y que
disfrutaba de su gran pasión, la música. Era todo un bohemio.
Después de salir algunos fines de
semana, decidimos andar. El primer fin de semana en que ya oficialmente éramos
novios fuimos a comer. No recuerdo exactamente que comentario hice, pero el
chico me dijo que no fuera “mensita”. ¡Ya se imaginarán como me puse!
-¡Mensita!, SI me crees tan tonta,
pues no andes conmigo, le comencé a decir. Él parecía estar un poco avergonzado
por el drama que le estaba haciendo, pero me abrazo y me pidió mil disculpas y
lo deje pasar. En esa semana notaba que
si no le contestaba de inmediato sus mensajes se molestaba, me decía que
seguramente ya andaba con otro, o que no me interesaba, y una serie de mensajes
que parecían ser de una persona demasiada insegura.
El siguiente fin de semana, el chico
llego con los ojos muy rojos, traía una cruda horrible y parecía estar drogado.
Cuando lo vi, le dije que ya no quería andar con él.
-El chico me dijo que tan solo llevábamos
una semana, que no le podía hacer eso, que si era por su aspecto o qué.
La verdad parecía zombie, pero me
daba pena decirle que me había asustado nada más de verlo en ese estado. Pero
le dije que nos habíamos precipitado para andar, que no me sentía lista.
Él comenzó a decirme que si lo
dejaba se iba a matar por mi culpa.
¿Y qué le dijiste? Preguntó Lina.
Le dije que si tan poco valoraba su
vida que lo hiciera, me fui bien digna sin voltear, pero a paso veloz, lo último
que quería hacer era dejar de ver a todas esas personas que me miraban como la
mala del cuento.
Después de esa situación, aprendí
que nuestras palabras pueden ser poderosas, por eso me fijo muy bien antes de
decir cualquier tontería que se pueda hacer realidad.
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autor a la imagen a quien corresponda.

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