Todo por mamá
¡Hola chik@bunes!
¿Cómo están?
Qué pensaban que no habría
historia esta semana, ¡pues no! ya saben uno tiene que darse a desear, pero aquí
estamos con toda la actitud para contarles una historia que a mí me contaron y
me pareció muy interesante porque encierra un gran mensaje, espero les guste y
sino pues ya ni modo, vendrán más historias y quizás otra les agrade más.
Todo
por mamá
Fidel era el hijo mayor de
su familia, sus hermanos y hermanas trabajaban en puestos de gobierno pues tenían
familiares que los habían conectado bien en diversas secretarias. Con el paso
del tiempo sus hermanos se casaron y su familia no dejaba de presionarlo para que
él también se buscará una mujer para casarse. Aunque Fidel había tenido novias no se había
dado un noviazgo tan formal como para animarse a proponerle matrimonio a alguna
de ellas, y sus padres no dejaban de presionarle por ello.
Un día llego la hija de un amigo
de su padre a trabajar en la administración pública en la que él se encontraba
y aunque la señorita no era desagradable para él, no le llamaba la atención conocerla.
Su madre se enteró de la situación y constantemente le decía a su hijo que la
invitará a salir, que la llevará a la casa y que la conociera más. Fidel le
hizo caso a su madre y la invito a comer, esa misma tarde se planearon las
vacaciones de diciembre, las de semana santa y una infinidad de citas en donde
se enlistaban diversos lugares que Fidel le tenía que enseñar a la muchacha
para que fuera conociendo más la ciudad.
En cada salida su madre le
reiteraba a Fidel que ya estaba grande y que debía buscar una buena mujer, como
la señorita Valentina que era un excelente prospecto, yaqué era de una familia
acomodada, era muy guapa, estaba estudiada, hablaba varios idiomas y además contaría
con una gran herencia.
Fidel termino por pedir la
mano de la señorita a un año de conocerla; el día en el que se firmaron las
actas de matrimonio a la familia de Fidel no le pareció que firmaran las actas
por bienes separados y lo peor fue cuando se dieron cuenta de que ni tenía una
gran fortuna la familia y que su única herencia era un departamento en pésimas condiciones
y que aun no se terminaba de pagar.
A pesar de la decepción de
la familia, Fidel y Valentina tuvieron una hija al año de casados a la que
llamaron María y por la cual Fidel a pesar de no amar a su mujer le echaba
ganas en su matrimonio. Una vez nacida María, la pareja ya dormía en recamaras
separadas y por su hija todavía estuvieron juntos cinco años más.
Una tarde cuando Fidel venía
manejando se sorprendió al ver a una pareja de enamorados cruzar corriendo la
calle para entrar aun pequeño restaurante, se veían tan enamorados que sintió la
necesidad de verlos, cuando se detuvo atentamente a mirarlos descubrió que aquella
mujer era su esposa, comenzó a llorar en su carro en medio del tráfico, sentía
una enorme alegría por ver a Valentina tan feliz, como nunca la había visto con
él y a la vez sintió una inmensa tristeza y envidia porque él nunca se había
visto así con alguien, esa noche Fidel y Valentina acordaron divorciarse.
Desde ese día Fidel siempre le
decía a su amada hija, “María no temas a estar sola, teme más a seguir senderos
por los que no quieras caminar solo por complacer a los demás e incluso a mi
que te amo tanto y ese amor a veces te quiera manipular”.
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